Anuncios2

Un antes y un después

21 años se cumplen hoy del secuestro de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA. Dentro de dos días se cumplirán 21 de su asesinato. Se dice que lo ocurrido marcó un antes y un después: muchos que hasta entonces guardaban silencio, se atrevieron a alzar la voz en contra del terrorismo; y este terrible suceso supuso el principio del fin de la banda terrorista.

Miguel Ángel, concejal del PP en el ayuntamiento de Ermua, fue secuestrado por miembros de la banda, que dieron un ultimátum al Gobierno: si en 48 horas no acercaban los presos etarras a las cárceles del País Vasco, le asesinarían. El Gobierno no cedió al chantaje. Se trató por todos los medios de encontrar a Miguel Ángel antes de que expirara el plazo, pero no se consiguió. Finalmente, la banda cumplió con lo dicho y asesinaron al concejal.

Viví aquello siendo un adolescente y, como a todos los que estuvimos en vilo aquellos dos días, me marcó. Es de esas cosas que uno nunca olvida e incluso recuerda qué estaba haciendo cuando se enteró de la noticia. A pesar de las barbaries cometidas por los terroristas, había la esperanza de que no asesinaran a Miguel Ángel. Nos parecía tal atrocidad que pensábamos: 'No serán capaces'. Qué manera de subestimar a una banda tan sangrienta...Cuando llegó la hora del término del plazo, todos estábamos pendientes de los medios de comunicación. Todos en vilo, en tensión. Y cuando supimos que sí, que habían encontrado a Miguel Ángel con dos tiros en la nuca, gravemente herido, no dábamos crédito. Que estuviese mal herido daba una mínima esperanza, pero tras doce horas en coma, falleció.

Su muerte trajo una marea de repulsa al terrorismo nunca vista hasta entonces. Las imágenes de miles y miles de personas con sus manos pintadas de blanco pidiendo paz se quedaron grabadas en nuestras retinas.

Tuvo que pasar más de una década para que la banda dejase las armas definitivamente. Siempre he estado a favor de la reconciliación, para que en el País Vasco pueda haber una convivencia integradora. Pero no debemos olvidarnos de Miguel Ángel, sobre todo para que aquellos que no vivieron los terribles años del terrorismo de ETA, sepan lo que pasó y nunca más vuelva a repetirse.

Comentarios

Post destacado