Locos de estado

Este pasado lunes el régimen de Kim Jong-un lanzó un misil balístico intercontinental muy potente, demostrando que Corea del Norte tiene capacidad para atacar a Estados Unidos. Ayer martes, Estados Unidos respondió lanzando misiles en colaboración con Corea del Sur.

Cuando estos dirigentes optan por demostrar quién tiene más fuerza, más armamento y más potencia, y no se deciden por el diálogo o simplemente por ignorar las provocaciones de uno u otro, nos encontramos con dos kamikazes que ya están poniendo en peligro al mundo.

Kim Jong-un, el líder supremo de Corea del Norte, ejerce un gobierno totalitario desde 2011, que limita hasta el extremo las libertades de los norcoreanos. Desde el corte de pelo hasta la restricción de beber alcohol, pasando por la censura informativa que lleva a la población al desconocimiento de la realidad. Por otra parte tenemos a Trump, que desde hace unos meses gobierna la nación más poderosa del mundo con unas férreas convicciones racistas y xenófobas; y con pocas ganas de dialogar. Y así estamos, con dos líderes insensatos -y me quedo corto- que juegan a ver quién la puede liar más grande. Poco les importan los habitantes de sus países, por mucho que Trump soltase aquello de 'America First'; y mucho menos les importan el resto de países y habitantes.

Espero que alguien les infunda una dosis de sensatez, cordura, sosiego, diálogo y libertad. Porque si eso no ocurre, no sé qué va a pasar con el mundo.