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Hasta las narices del sectarismo

Muchas veces he escuchado decir a mi admirado Carles Francino que España está enferma de sectarismo, ese fanatismo por el cual ves al contrario como un enemigo y no como un rival. Hace tiempo me di cuenta de que es cierto y fácilmente comprobable entrando en las redes sociales. Pero si hay un tema que despierta el fanatismo que muchos llevan dentro, ese es Venezuela. Y estoy hasta las narices del sectarismo.

El año pasado Antena 3 emitió un reportaje titulado 'Venezuela al límite' donde se mostraba la situación tan complicada que vive el país. Recuerdo con estupor cómo en Twitter había gente que dudaba de la veracidad de las imágenes, incluso diciendo que no eran actuales. Comentarios parecidos e incluso peores se dan cada vez que algún programa informativo habla sobre Venezuela. Curiosamente, aquellos que dudan de la realidad del país son afines a Podemos o a Izquierda Unida y cabe recordar -sí, lo voy a hacer- que Pablo Iglesias, Monedero y compañía son defensores del régimen chavista.

¿Ser de un determinado partido o de una ideología concreta te obliga a aceptar todo lo que la gente de ese partido o ideología diga o haga?Pues no, no te obliga, no hay que rendir pleitesía al político de turno. Sobre todo cuando apoya un régimen totalitario como el de Maduro. Porque sí, las imágenes que aparecieron en aquel 'Venezuela al límite' son reales; la situación del país es límite: la comida escasea y el precio de una cesta básica está por las nubes, no hay medicamentos; hay cortes de luz y de agua; hay mucha inseguridad, hambre, desesperación...Sí, la gente está desesperada y luchando por una democracia. El referéndum revocatorio que la Constitución Venezolana reconoce no pudo celebrarse porque Maduro puso trabas y más trabas al proceso; hay presos políticos encerrados puramente por pensar distinto al gobierno...

No es un país libre, el pueblo venezolano tiene muchas necesidades y el gobierno, culpable de la situación, no sólo no hace nada por remediarlo sino que se dedica a arremeter contra la gente que se manifiesta, disparando y lanzando bombas lacrimógenas.

Sí. Todo eso es cierto. Ojalá no lo fuera, pero lo es. Sin embargo muchos prefieren vendarse los ojos con pañuelos morados y seguir creyendo a pies juntillas lo que Iglesias o Monedero dicen. Que estos dos o Alberto Garzón hablen de los muertos chavistas de las manifestaciones es vergonzoso. ¿Cuántas personas han matado las fuerzas de "seguridad" del país?¿Cuántos muertos no chavistas hay?¿O es que sólo importan los muertos chavistas?¿Comparamos cifras?

Parece que si no te gusta Podemos es que te gusta Rajoy o Albert Rivera. Pues no. No me gusta Podemos, no me gusta Pablo Iglesias; pero tampoco me gustan Rivera o Rajoy. No me gustan las políticas conservadoras, ni me gustan las políticas de Podemos. Si tuviera que votar hoy no votaría a ninguno de los 4 partidos mayoritarios. Pero hay quien no entiende eso.

Este pasado fin de semana tuvimos la buena noticia de la salida de la cárcel de Leopoldo López para seguir cumpliendo su pena bajo arresto domiciliario. Es un paso, lo es...aunque hacen falta muchos más. No han faltado críticas a esa decisión, como las de Juan Carlos Monedero o Alberto Garzón, y entonces me pregunto: ¿no son ellos, los de IU y Podemos, los que tanto defienden las libertades y los derechos humanos?¿Por qué les molesta tanto lo de Leopoldo, si Amnistía Internacional -organización independiente y democrática, que vela por los derechos humanos- determinó que la sentencia contra el opositor venezolano era clara muestra de la falta de independencia de la Justicia venezolana?¿Y la denuncia de la ONU calificando su detención como "arbitraria" en 2014 y exigiendo su liberación?¿Eso no vale?¿O los derechos humanos sólo los defienden para su gente?

El fanatismo es peligroso y no deja ver más allá de la propia ideología y convicciones de cada uno. No deja entender que no todo es blanco o negro, que no todo consiste en 'eres de Podemos o eres de derechas'. No señores, no todo es blanco o negro. Hay una gama muy amplia de grises. Y aunque hay quien utiliza Venezuela como puro ataque o sólo para sacar rédito político, otros nombramos Venezuela y defendemos a su gente porque nos preocupa lo que pasa allí y queremos que el pueblo venezolano pueda vivir con libertad y dignidad.

Sí, yo estoy con Venezuela y su gente, ¿qué pasa?

Para terminar, dejo lo que hoy mismo ha dicho Amnistía Internacional sobre la situación del país - https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/venezuela-violencia-letal-una-politica-de-estado-para-asfixiar-a-la-disidencia/

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