Abstenciones, noes y sinceridad
Fin de semana movidito para acabar el mes y empezar la legislatura. En la mañana del sábado, Pedro Sánchez renunció a su acta de diputado y compareció en rueda de prensa visiblemente emocionado. Su posición, entre la espada y la pared, le llevó a dejar su escaño en el Congreso.
El sábado por la tarde tuvo lugar la segunda votación de la que salió victorioso Mariano Rajoy, que ya ha jurado esta mañana su cargo ante el Rey. Pero más que en Rajoy, el foco estuvo -seguía- puesto en el PSOE. La abstención decidida por el Comité Federal fue el centro de las miradas, y sobre todo la decisión de romper la disciplina de voto y mantener el 'No' por parte de algunos/as diputados/as. Se comentaba que la cifra de 'rebeldes' iba a estar en torno a 15, aunque algunas voces aseguraban que podría llegar a 25. Al final fueron 15 diputados/as los que mantuvieron su 'No' a Rajoy, y otras dos diputadas se abstuvieron pero puntualizaron al realizar su voto con un 'Por imperativo'. Más allá de la investidura o de la ruptura de la disciplina de voto -cosa que me pareció muy valiente y aplaudo-, quiero comentar el mal ambiente que se ve en el Congreso. Ataques y críticas siempre las ha habido y son necesarias, puesto que es lógico que partidos de distinta ideología no compartan las políticas del otro, pero hay ciertos diputados que parece que se están postulando como candidatos para 'El club de la comedia', soltando cuatro gracias para liarla en lugar de proponer o buscar soluciones a los problemas del país. Y lo peor es que la mayoría de ellos pertenecen a la nueva hornada, que defienden el diálogo por encima de todo. Diálogo que brilla por su ausencia en muchos casos. Pablo Iglesias y algunos de sus acólitos de Podemos, gente de Ciudadanos, Gabriel Rufián de ERC...Espero más nivel de esta gente, que son inteligentes y tienen recursos más que suficientes para lanzar propuestas, y también ataques pero sin basar sus discursos solamente en ellos. No lo espero de gente como Rafael Hernando -conocido por sus incendiarias declaraciones, en muchos casos despreciables- pero sí de los nuevos. Un poco de nivel, por favor.
Y anoche, en el programa 'Salvados' de la Sexta, la entrevista más esperada de los últimos tiempos: Pedro Sánchez respondiendo a las preguntas de Jordi Évole. Vi a un Pedro disgustado, con semblante serio y triste, pero muy claro y sincero. Lo más llamativo fue que contara cómo poderes mediáticos -nombrando a 'El País'- y financieros le advirtieron de que no apoyarían un gobierno PSOE - Podemos y se convertirían en críticos. El viraje de la línea editorial del diario del grupo PRISA ya era evidente, pero ha sido un acto de valentía el que Pedro lo haya soltado en plena entrevista, ante el asombro de Évole. También admitió haberse dado cuenta de que en Podemos hay mucha gente joven dispuesta a cambiar las cosas, y que el Partido Socialista debería haber pactado con ellos. Tiene la intención de recorrer España y captar apoyos de cara a las primarias del partido.
Es cierto que no todo lo ha hecho bien, pero ha sido fiel a sus pensamientos y ha actuado en consecuencia. Le obligaron a descabalgar el caballo del PSOE de muy malas maneras, con artimañas sucias, quedándose sin secretaría general y ahora sin escaño. Sin embargo, parece que no se rinde y quiere intentar hacerse con las riendas de nuevo para reformar el partido. Ojalá lo consiga. Hay muchos militantes -y no militantes- muy enfadados con la decisión de la abstención y la situación del partido. Hace falta que se apaguen los fuegos internos y se restaure el desastre, para que el PSOE intente volver a ser lo que era. Tendrán que ganarse de nuevo a mucha gente descontenta. Y ojalá, de verdad, sea Pedro el que lidere esa reconstrucción, que no se amedrenta frente a los golpes bajos.
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El sábado por la tarde tuvo lugar la segunda votación de la que salió victorioso Mariano Rajoy, que ya ha jurado esta mañana su cargo ante el Rey. Pero más que en Rajoy, el foco estuvo -seguía- puesto en el PSOE. La abstención decidida por el Comité Federal fue el centro de las miradas, y sobre todo la decisión de romper la disciplina de voto y mantener el 'No' por parte de algunos/as diputados/as. Se comentaba que la cifra de 'rebeldes' iba a estar en torno a 15, aunque algunas voces aseguraban que podría llegar a 25. Al final fueron 15 diputados/as los que mantuvieron su 'No' a Rajoy, y otras dos diputadas se abstuvieron pero puntualizaron al realizar su voto con un 'Por imperativo'. Más allá de la investidura o de la ruptura de la disciplina de voto -cosa que me pareció muy valiente y aplaudo-, quiero comentar el mal ambiente que se ve en el Congreso. Ataques y críticas siempre las ha habido y son necesarias, puesto que es lógico que partidos de distinta ideología no compartan las políticas del otro, pero hay ciertos diputados que parece que se están postulando como candidatos para 'El club de la comedia', soltando cuatro gracias para liarla en lugar de proponer o buscar soluciones a los problemas del país. Y lo peor es que la mayoría de ellos pertenecen a la nueva hornada, que defienden el diálogo por encima de todo. Diálogo que brilla por su ausencia en muchos casos. Pablo Iglesias y algunos de sus acólitos de Podemos, gente de Ciudadanos, Gabriel Rufián de ERC...Espero más nivel de esta gente, que son inteligentes y tienen recursos más que suficientes para lanzar propuestas, y también ataques pero sin basar sus discursos solamente en ellos. No lo espero de gente como Rafael Hernando -conocido por sus incendiarias declaraciones, en muchos casos despreciables- pero sí de los nuevos. Un poco de nivel, por favor.
Y anoche, en el programa 'Salvados' de la Sexta, la entrevista más esperada de los últimos tiempos: Pedro Sánchez respondiendo a las preguntas de Jordi Évole. Vi a un Pedro disgustado, con semblante serio y triste, pero muy claro y sincero. Lo más llamativo fue que contara cómo poderes mediáticos -nombrando a 'El País'- y financieros le advirtieron de que no apoyarían un gobierno PSOE - Podemos y se convertirían en críticos. El viraje de la línea editorial del diario del grupo PRISA ya era evidente, pero ha sido un acto de valentía el que Pedro lo haya soltado en plena entrevista, ante el asombro de Évole. También admitió haberse dado cuenta de que en Podemos hay mucha gente joven dispuesta a cambiar las cosas, y que el Partido Socialista debería haber pactado con ellos. Tiene la intención de recorrer España y captar apoyos de cara a las primarias del partido.
Es cierto que no todo lo ha hecho bien, pero ha sido fiel a sus pensamientos y ha actuado en consecuencia. Le obligaron a descabalgar el caballo del PSOE de muy malas maneras, con artimañas sucias, quedándose sin secretaría general y ahora sin escaño. Sin embargo, parece que no se rinde y quiere intentar hacerse con las riendas de nuevo para reformar el partido. Ojalá lo consiga. Hay muchos militantes -y no militantes- muy enfadados con la decisión de la abstención y la situación del partido. Hace falta que se apaguen los fuegos internos y se restaure el desastre, para que el PSOE intente volver a ser lo que era. Tendrán que ganarse de nuevo a mucha gente descontenta. Y ojalá, de verdad, sea Pedro el que lidere esa reconstrucción, que no se amedrenta frente a los golpes bajos.
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