Retrocedemos
No pudo ser. Al final Donald Trump será el nuevo Presidente de los Estados Unidos. Con 290 electores frente a los 228 de Hillary, se alzó con la victoria, aunque en porcentaje se ha quedado una décima por debajo de la Demócrata (47.6% vs. 47.5%). Fue una noche emocionante, muy reñida, aunque hacia las 4 de la madrugada hora española, la preocupación y el pesimismo empezaron a aflorar: los resultados no estaban siendo los esperados para Hillary.
En Florida, vencía Trump siendo un estado fundamental para él, así como en Ohio, que desde hace 64 años es termómetro de lo que ocurrirá en el resto del país: quien gana en Ohio, gana las elecciones. Y se cumplió de nuevo.
Más allá de poner la lupa estado por estado, para comparar lo que predecían las encuestas y los resultados definitivos, prefiero detenerme en lo que supone que un tipo como Donald Trump vaya a gobernar EEUU durante los próximos años. Sus palabras durante la campaña han puesto de manifiesto su carácter racista, maleducado, encantado de conocerse a sí mismo, machista...Y en su proyecto político lo ha plasmado todo. Veremos cómo les van a ir las cosas a los latinos, los musulmanes y a la raza negra.
Me ha sorprendido ver estos días en televisión a personas de la comunidad latina apoyando a Trump. Y a mujeres. Me sorprende cómo puede ser que una candidata educada y con propuestas bastante aceptables, no haya podido vencer a quien representa todo lo contrario. Me sorprenderá ver a este personaje en la Casa Blanca, mientras en la frontera con México se hace más grande el muro o mientras apuesta por la energía nuclear. Me sorprende que alguien pueda votar a Trump.
Una de las consecuencias de la crisis global de los últimos años ha sido el repunte de partidos con políticas muy reaccionarias, que están ganando peso en sus respectivos países. Es muy preocupante y muy penoso que, en lugar de progresar, el mundo esté retrocediendo. Se están recortando derechos y libertades conseguidos con la lucha de quienes nos precedieron. El progreso se ha ido al garete. Cada vez va a resultar más difícil emigrar a otro país en busca de oportunidades, porque hay países que empiezan a mirar solamente para ellos mismos; cada vez peor la integración para aquellos que ya han emigrado. ¿Dónde van a ir los refugiados, si la "moderna" Europa ya les dio la espalda, y ahora Trump también?¿Dónde van a poder esconderse de la guerra de la que ellos no son culpables?¿Dónde están esos tiempos nuevos que muchos anunciaban?Porque si políticas como las de Trump son las nuevas, que pare el mundo que me bajo.
¿De verdad hay gente que quiere esto?¿Es la falta de recursos, de trabajo, de oportunidades en definitiva, la que está haciendo que muchas personas voten a este tipo de gente?¿O es la falta de información?Me asaltan muchas preguntas para las que no tengo respuestas firmes. Quizá es eso, que la falta de oportunidades hace que una mayoría de la población prefiera políticas que desprecien al de fuera y se dediquen puramente al nacido en esa patria. Sea como sea, hoy siento asco y pena. Asco, porque Trump me repugna. Y pena, porque éste no es el mundo que esperaba.
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En Florida, vencía Trump siendo un estado fundamental para él, así como en Ohio, que desde hace 64 años es termómetro de lo que ocurrirá en el resto del país: quien gana en Ohio, gana las elecciones. Y se cumplió de nuevo.
Más allá de poner la lupa estado por estado, para comparar lo que predecían las encuestas y los resultados definitivos, prefiero detenerme en lo que supone que un tipo como Donald Trump vaya a gobernar EEUU durante los próximos años. Sus palabras durante la campaña han puesto de manifiesto su carácter racista, maleducado, encantado de conocerse a sí mismo, machista...Y en su proyecto político lo ha plasmado todo. Veremos cómo les van a ir las cosas a los latinos, los musulmanes y a la raza negra.
Me ha sorprendido ver estos días en televisión a personas de la comunidad latina apoyando a Trump. Y a mujeres. Me sorprende cómo puede ser que una candidata educada y con propuestas bastante aceptables, no haya podido vencer a quien representa todo lo contrario. Me sorprenderá ver a este personaje en la Casa Blanca, mientras en la frontera con México se hace más grande el muro o mientras apuesta por la energía nuclear. Me sorprende que alguien pueda votar a Trump.
Una de las consecuencias de la crisis global de los últimos años ha sido el repunte de partidos con políticas muy reaccionarias, que están ganando peso en sus respectivos países. Es muy preocupante y muy penoso que, en lugar de progresar, el mundo esté retrocediendo. Se están recortando derechos y libertades conseguidos con la lucha de quienes nos precedieron. El progreso se ha ido al garete. Cada vez va a resultar más difícil emigrar a otro país en busca de oportunidades, porque hay países que empiezan a mirar solamente para ellos mismos; cada vez peor la integración para aquellos que ya han emigrado. ¿Dónde van a ir los refugiados, si la "moderna" Europa ya les dio la espalda, y ahora Trump también?¿Dónde van a poder esconderse de la guerra de la que ellos no son culpables?¿Dónde están esos tiempos nuevos que muchos anunciaban?Porque si políticas como las de Trump son las nuevas, que pare el mundo que me bajo.
¿De verdad hay gente que quiere esto?¿Es la falta de recursos, de trabajo, de oportunidades en definitiva, la que está haciendo que muchas personas voten a este tipo de gente?¿O es la falta de información?Me asaltan muchas preguntas para las que no tengo respuestas firmes. Quizá es eso, que la falta de oportunidades hace que una mayoría de la población prefiera políticas que desprecien al de fuera y se dediquen puramente al nacido en esa patria. Sea como sea, hoy siento asco y pena. Asco, porque Trump me repugna. Y pena, porque éste no es el mundo que esperaba.
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