La fórmula mágica
En esta espiral de sinsentidos en que se ha convertido la convocatoria del referéndum catalán del 1 de Octubre, se está planteando una cuestión que me preocupa mucho: parece que la democracia y las leyes no son compatibles.
Las leyes son parte fundamental de la democracia, de un estado de derecho. Pero todos aquellos catalanes que quieren votar el 1-O se encuentran con que la ley les impide -o quiere impedir- su derecho a decidir y, por tanto, sienten que se atenta contra la democracia y la libertad. Desde el momento en que se declara ilegal el referéndum, se decide actuar contra todo aquello que tenga que ver con los preparativos (urnas, papeletas, censo electoral) para asegurar la no celebración de ese acto ilegal, mientras que los que quieren votar deciden hacer caso omiso a las decisiones de los jueces y del Tribunal Constitucional.
¿Y cómo se ha llegado a todo esto?Pues por la incapacidad de ambos gobiernos para llegar a un acuerdo y celebrar un referéndum pactado con plena validez y que sea vinculante. Ya sabemos el gusto de Rajoy por la inacción, por dejar que los problemas se solucionen por sí solos...Y el Gobierno Catalán ha demostrado tozudez e incapacidad de acatar las leyes de un país que sigue siendo el suyo.
Defiendo el derecho a votar de la ciudadanía catalana, a expresar su 'Sí' o su 'No', pero con unas garantías, y Cataluña, si hay un resultado mayoritario del 'Sí', debería tener el derecho a constituirse como República Independiente. Rechazo la actuación del Gobierno, los registros, las detenciones...porque todo eso no supone más que gasolina que hace más potente el fuego y esas llamas cada vez más altas separan aún más a Cataluña del resto de España. Pero tampoco estoy de acuerdo con saltarse las leyes a la torera y que se siga el camino hacia adelante apartando sin mirar sentencias, decisiones y demás.
Hoy el PP ha anunciado su voluntad de dialogar. No sé si fiarme mucho de ellos. Y aunque nunca es tarde para dialogar, me pregunto por qué han tardado tanto en mostrar esa voluntad, por qué han tenido que esperar a las multitudinarias movilizaciones ciudadanas, a la tensión en las calles de Cataluña...
Es un tema muy complicado, pero la democracia y las leyes tienen que ir de la mano. Así que espero que los Gobiernos Catalán y Central consigan encontrar esa fórmula mágica para que se permita ejercer la democracia de acuerdo con las leyes.
Las leyes son parte fundamental de la democracia, de un estado de derecho. Pero todos aquellos catalanes que quieren votar el 1-O se encuentran con que la ley les impide -o quiere impedir- su derecho a decidir y, por tanto, sienten que se atenta contra la democracia y la libertad. Desde el momento en que se declara ilegal el referéndum, se decide actuar contra todo aquello que tenga que ver con los preparativos (urnas, papeletas, censo electoral) para asegurar la no celebración de ese acto ilegal, mientras que los que quieren votar deciden hacer caso omiso a las decisiones de los jueces y del Tribunal Constitucional.
¿Y cómo se ha llegado a todo esto?Pues por la incapacidad de ambos gobiernos para llegar a un acuerdo y celebrar un referéndum pactado con plena validez y que sea vinculante. Ya sabemos el gusto de Rajoy por la inacción, por dejar que los problemas se solucionen por sí solos...Y el Gobierno Catalán ha demostrado tozudez e incapacidad de acatar las leyes de un país que sigue siendo el suyo.
Defiendo el derecho a votar de la ciudadanía catalana, a expresar su 'Sí' o su 'No', pero con unas garantías, y Cataluña, si hay un resultado mayoritario del 'Sí', debería tener el derecho a constituirse como República Independiente. Rechazo la actuación del Gobierno, los registros, las detenciones...porque todo eso no supone más que gasolina que hace más potente el fuego y esas llamas cada vez más altas separan aún más a Cataluña del resto de España. Pero tampoco estoy de acuerdo con saltarse las leyes a la torera y que se siga el camino hacia adelante apartando sin mirar sentencias, decisiones y demás.
Hoy el PP ha anunciado su voluntad de dialogar. No sé si fiarme mucho de ellos. Y aunque nunca es tarde para dialogar, me pregunto por qué han tardado tanto en mostrar esa voluntad, por qué han tenido que esperar a las multitudinarias movilizaciones ciudadanas, a la tensión en las calles de Cataluña...
Es un tema muy complicado, pero la democracia y las leyes tienen que ir de la mano. Así que espero que los Gobiernos Catalán y Central consigan encontrar esa fórmula mágica para que se permita ejercer la democracia de acuerdo con las leyes.
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