Autocrítica
Los resultados de las elecciones andaluzas del pasado domingo han dejado una situación preocupante: la entrada de VOX, partido de ultraderecha, en el Parlamento Andaluz, con nada menos que 12 escaños. ¿Qué está pasando para que un partido de semejantes características haya conseguido 400.000 votos?
Tengo claros 3 motivos, quizá hay más. El primero: el movimiento independentista catalán. La intención de algunos de conseguir la independencia de Cataluña ha despertado un sentimiento contrario, un sentimiento patriótico exacerbado en alguna gente, que defiende la bandera y la unidad del país por encima de todas las cosas, convirtiéndolos en nostálgicos de Franco. El segundo motivo: la exhumación -aún pendiente- de Franco. Desde que Pedro Sánchez anunció que sacaría los restos del dictador del Valle de los Caídos, las banderas con el aguilucho, el saludo fascista y el 'Cara al sol' han reaparecido con fuerza. Las visitas al Valle han aumentado y la presencia de defensores del difunto dictador en las televisiones llegó a ser escandalosa.
También han afectado, con toda seguridad, los discursos xenófobos de Pablo Casado y de Albert Rivera contra los migrantes, discursos falsos que culpan al actual Presidente del Gobierno de provocar un 'efecto llamada' que no es real. A poco que uno se interese por leer o escuchar lo que dicen los expertos, se dará cuenta de la mentira de ambos políticos. Y ese mantra de 'Los de fuera vienen a quitarnos el trabajo a los españoles', desgraciadamente, cala, igual que pasó en EEUU con Trump. Lo peor de todo esto es que hay personas en este país con muy poca memoria: ¿cuánta gente se tuvo que exiliar durante la guerra civil o durante el franquismo?¿Quién no tiene a alguien en su familia que, décadas atrás, se fue a Francia, a Bélgica, a Luxemburgo, a Suiza o más lejos aún, a trabajar?¿Quién no conoce a alguien que, en los peores años de la crisis, decidió irse a Alemania o a otros continentes para ganarse el pan?¿Tan mala memoria tienen algunos?
Pues todo esto, en mi opinión, es un cóctel explosivo que ha llevado a este resultado de los comicios andaluces. ¿Qué pasará en las autonómicas del resto de Comunidades?El año que viene lo sabremos.
Pero las preguntas más importante creo que son: ¿hay forma de revertir esto?¿Qué pueden hacer el resto de partidos políticos para frenar esta deriva?No tengo respuesta para ello, pero lo más urgente es que hagan una profunda autocrítica: analizar sus errores, saber en qué están fallando, qué actos propios han llevado a esto y qué pueden hacer para que el avance de la ultraderecha se frene. Y a partir de ahí, que actúen.
Y cierro este post lleno de preguntas con dos más: ¿Lo de la autocrítica puede ocurrir o es una utopía?¿Tienen los partidos políticos capacidad para criticar, no solo al contrario, sino también a sí mismos?
Tengo claros 3 motivos, quizá hay más. El primero: el movimiento independentista catalán. La intención de algunos de conseguir la independencia de Cataluña ha despertado un sentimiento contrario, un sentimiento patriótico exacerbado en alguna gente, que defiende la bandera y la unidad del país por encima de todas las cosas, convirtiéndolos en nostálgicos de Franco. El segundo motivo: la exhumación -aún pendiente- de Franco. Desde que Pedro Sánchez anunció que sacaría los restos del dictador del Valle de los Caídos, las banderas con el aguilucho, el saludo fascista y el 'Cara al sol' han reaparecido con fuerza. Las visitas al Valle han aumentado y la presencia de defensores del difunto dictador en las televisiones llegó a ser escandalosa.
También han afectado, con toda seguridad, los discursos xenófobos de Pablo Casado y de Albert Rivera contra los migrantes, discursos falsos que culpan al actual Presidente del Gobierno de provocar un 'efecto llamada' que no es real. A poco que uno se interese por leer o escuchar lo que dicen los expertos, se dará cuenta de la mentira de ambos políticos. Y ese mantra de 'Los de fuera vienen a quitarnos el trabajo a los españoles', desgraciadamente, cala, igual que pasó en EEUU con Trump. Lo peor de todo esto es que hay personas en este país con muy poca memoria: ¿cuánta gente se tuvo que exiliar durante la guerra civil o durante el franquismo?¿Quién no tiene a alguien en su familia que, décadas atrás, se fue a Francia, a Bélgica, a Luxemburgo, a Suiza o más lejos aún, a trabajar?¿Quién no conoce a alguien que, en los peores años de la crisis, decidió irse a Alemania o a otros continentes para ganarse el pan?¿Tan mala memoria tienen algunos?
Pues todo esto, en mi opinión, es un cóctel explosivo que ha llevado a este resultado de los comicios andaluces. ¿Qué pasará en las autonómicas del resto de Comunidades?El año que viene lo sabremos.
Pero las preguntas más importante creo que son: ¿hay forma de revertir esto?¿Qué pueden hacer el resto de partidos políticos para frenar esta deriva?No tengo respuesta para ello, pero lo más urgente es que hagan una profunda autocrítica: analizar sus errores, saber en qué están fallando, qué actos propios han llevado a esto y qué pueden hacer para que el avance de la ultraderecha se frene. Y a partir de ahí, que actúen.
Y cierro este post lleno de preguntas con dos más: ¿Lo de la autocrítica puede ocurrir o es una utopía?¿Tienen los partidos políticos capacidad para criticar, no solo al contrario, sino también a sí mismos?
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